martes, 1 de octubre de 2013

Cuando 20 años de experiencia, non sirven para nada.

Esa es la sensación que se les queda a muchas de las personas con las que me he entrevistado estos años, sobre todo, en lo que llevamos de 2.013. Directivos, mandos intermedios, técnicos, comerciales, … daba igual. La impresión era la misma. La misma cara, las mismas preguntas, la misma frustración y, lo peor, el mismo miedo.
 
Cuando, de la noche a la mañana (en muchos casos), te quedas sin empleo parece que la vida se para, que es una película donde el protagonista es otro y no tú.  Hasta que te das cuenta que debes de pasar página y dar el primer salto. Dejar de perder el tiempo en lamentaciones y empezar un nuevo camino, ya que el tiempo juega en contra.
 
Cuando aceptamos esto, es cuando realmente empieza nuestro camino hacia la verdadera reorientación profesional.


Ahora, la crisis de los 40, es otra. Para muchos comienza cuando, con esa edad, te quedas sin empleo, tras haber tenido una larga y prometedora trayectoria en una o varias compañías.


De pasar de tener personas a tu cargo, manejado importantes presupuestos y tomado decisiones de calado que han afectado al devenir de la compañía, a estar un buen día en la calle.

Hasta aquí, todo podría ser calificado de normal, si el mercado laboral absorbiese todo este excedente de personal, cosa que actualmente no ocurre. Pero no solo ocurre lo contrario, sino que, parece que, a la hora de buscar empleo, el tener experiencia (uno de los aspectos que, junto a la actitud, más valoramos los reclutadores) muchos empleadores parece tener un carácter secundario.

En la actualidad, más de un millón de personas mayores de 45 años se han ido al paro los últimos 5 años. Según datos oficiales, por primera vez en la historia, los desempleados mayores de 45 años rozan los 2 millones, lo que supone el 37,8% de parados en España.

Ante esta situación, es muy normal tener miedo. Yo lo he sufrido en mis propias carnes. Y, lo que primero piensas es que va a ser de ti y de las personas que dependen de ti. Tu familia, tus hijos,… tienes esa sensación de haberles fallado, cuando verdaderamente no ha sido así.

Por tanto, hay que buscar la lucidez y, darse cuenta que, 20 años de experiencia no pueden ser tirado a la basura así como así, que tienen que tener su valía en el mercado. Por lo que habrá que ponerse en pie, sacar al “profesional” que tenemos dentro y “ponernos nuevamente en valor”, aprovechando todos los recursos que hemos ido adquiriendo durante esos largos años de experiencia.

Posiblemente, tengamos que reciclarnos y reorientarnos, como en otras ocasiones hemos hecho en las compañías a las que hemos prestado nuestros servicios. Aunque, esta vez, lo haremos para nosotros y no para otros.

Para ello, quiero compartir con vosotros algunos puntos que podéis llevar a cabo al respecto.

  1. Deja de echarle la culpa a terceros (gobiernos, empresa, corrupción, etc.) y, aceptar que nadie nos va a sacar de la situación en la que nos encontramos. Únicamente nosotros.
  2. Da el salto y vence tus miedos. Ahora hay que volver a poner el contador a “cero” y, cuando antes lo hagamos, mucho mejor. El miedo paraliza y, es lo peor que nos puede pasar en estos momentos.
  3. Que la edad no te ponga freno. La edad no se puede esconder ni borrar, así que cuando antes lo asumamos, menos tiempo perderemos. Usemos aquellos aspectos positivos que hemos ganado con la edad. Rejuvenezcamos nuestra mente.
  4. Empieza por decidir hacia dónde ir. Aspectos cómo si quiero o no seguir en el mismo sector de actividad o cambiar a otro, si debo probar por cuenta propia o buscar trabajo por cuenta ajena,  etc., deben estar claros. Tómate tu tiempo, pero elige un plan “A” y, como mucho, otro “B”, más no. Muchas opciones van hacer que te distraigas y no avances.
  5. Piensa que eres un producto. Con lo cual, deberás analizar lo que vendes. Para ello, lo más recomendable es que diseñes tu propio “plan de empresa personal”.
  6. Analiza y que te analicen. Mira qué hacen los demás, qué busca el mercado, cómo se busca hoy empleo. E investiga, si tienes todo lo que hoy demanda el mercado y, en caso contrario, estudia cómo mejorarlo. Posiblemente tengas que invertir en formación para ponerte al día en algunos aspectos que habías descuidado y dejado atrás cuando estabas trabajando.
  7. Hazte visible, ayudará a tu venta. Para ello, deberás diseñar un plan de marketing personal, principalmente pensado en hacerte más visible y valorable por el mercado. Para ello, las herramientas 2.0 van a servir de mucha ayuda, tanto por el aspecto de la comunicación, cómo por las relaciones públicas.
  8. Ponte a vender. Empieza a darte conocer, busca entrevistas, busca prescriptores que hablen de ti y te habrán puertas, desempolva la agenda y ponte a vender, que es lo que mejor se te debe dar si quieres volver a estar en el mercado.
  9. Ponte al día. Tal vez hace mucho tiempo que no hacías un currículum o que te enfrentabas a una entrevista. Posiblemente tengas un buen nivel de inglés, pero nunca hayas tenido una entrevista para una empresa internacional. Cuentas con un perfil en LinkedIN, pero nunca lo has dinamizado. Pues es el momento de ponerse al día.
  10. Si ves que solo no puedes, pide ayuda, en ocasiones es buena solución. Por lo menos en los primeros pasos. Buscad profesionales en reorientación que os pongan a trabajar, os ayuden a esclarecer hacia dónde ir, por dónde tirar. Vais a perder menos tiempo y os marcarán un ritmo, uno de los aspectos que más cuestan al principio
      Este post, ha salido publicado en la NUEVA RUTA DEL EMPLEO el día 01/10/13.