martes, 3 de septiembre de 2013

Los colaboradores y la importancia de saber elegir con quién cuentas cuando emprendes

Muchos seréis los que habéis leído el artículo "No busques trabajo" de Risto Mejide, publicado en Elperiódico.com del pasado mayo del 2013, o bien tuvisteis la ocasión de poder verlo en el "El gran debate" de Telecinco del pasado día 24 de agosto, programa al que vino hablar sobre su particular y controvertido "Método para el Autoempleo".
Podremos estar más o menos de acuerdo con las cosas que comenta (para mi gusto, la mayoría ciertas), pero me quiero quedar con una frase, la cual comparto al 100%: "Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno".
Entonces, la pregunta que me hago es si, para funcionar y montar una empresa, ¿la mejor fórmula es trabajar solo? Posiblemente no. Hay que contar con colaboradores, de ahí la importancia de la buena elección de los mismos.
El artículo continua así: "...Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu propia vida" y qué razón tiene.
Las fórmulas de trabajo actuales han cambiado (tanto el realizado por cuenta propia como por ajena). Van a primar las empresas con pocas personas, e incluso de una sola. Debido a esto, las fórmulas de trabajo también se verán afectadas y, una más que otra, la relación con nuestros proveedores o colaboradores, como a mi me gusta mejor llamarlas.
Estamos en la nueva era de la colaboración entre profesionales y emprendedores. Y no estoy hablando solo a la utilización de métodos de trueque o cambio de servicios (p.e.: yo te hago la web y, a cambio, me llevas la asesoría), sino también, a la participación e intercambios en proyectos con/de terceros.
La colaboración entre profesionales, tiene sus grandes ventajas, de las que destaco algunas:
  • Al no tener el colaborador en plantilla, tus costes fijos bajan, variabilizando una partida importante de tus gastos.
  • La colaboración en un proyecto suele ser de igual a igual (cada uno aporta al proyecto /cliente su saber hacer) o, bien siendo líder del mismo en caso que se tenga el conocimiento y lo que se necesite sea soporte.
  • Con la colaboración aumentan, no solo tus opciones comerciales, sino también tuvisualización y relevancia ante el mercado (al final te vuelves más empleable).
  • Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación y el 2.0, podemos trabajar en proyectos donde hace 5 años era imposible (o muy costoso) llevarlos a cabo, como pueden serproyectos coordinados en otras ciudades o países del mundo, todo ello, sin necesidad de salir de casa.
  • Facilitan el aprendizaje informal y la creación de "bancos" de conocimientos, de manera que, utilizando tanto la observación como la experiencia, seamos capaces de adquirir el manejo de nuevas técnicas o mejorar nuestras habilidades profesionales.
Pero ni que decir tiene que una colaboración tiene también sus inconvenientes, y una colaboración mal gestionada puede acarrearnos más de un dolor de cabeza, os lo digo por experiencia. Por lo que,  a continuación, os dejo algunas sugerencias vividas en "mis propias carnes", por si podéis evitar repetirlas.
  • La primera premisa que jamás debemos olvidar: en la mayoría de los casos, cuando montas una empresa, estás tú solo. Muchos serán los que te digan que te quieren ayudar, que te van a echar una mano, etc. y, a la hora de la verdad, estás más solo que la una. Esa es la realidad y, cuanto antes lo aceptes, mejor.
  • Por otro lado, es difícil "cuadrar" y encajar con un buen colaborador. Y la culpa no suele ser suya, sino nuestra. Aunque la gran ventaja es que, estos proyectos suelen ser puntuales, por lo que no es necesario un matrimonio de por vida.
  • No te empeñes. Nunca vas a encontrar el colaborador perfecto. No existe. Así que tendremos que buscar aquel/lla que se acerque lo más posible a nuestra visión y nuestro modelo de hacer las cosas. Eso sí, aprendamos a diferencia al buen "colaborador" del simple "mercenario" de proyectos, que solo mira por la "pasta" y nada más. Este segundo nunca interesa.
  • Enamora a tu colaborador. Es fundamental que ambos creáis en el proyecto y, para ello, tendrás convencerle, como de un cliente se tratara, de que participe en tu proyecto.
  • Buscad el "ganar – ganar". Esa debe ser En el equilibrio está el éxito.
  • No olvides ser profesional. Una vez que lo encuentras, debe quedar muy claro las cuestiones legales y de gestión (contratos de colaboración, timing, cómo se factura, repartos de gastos, cuando se cobra, etc.), así como otro aspecto más importante como es el "quién hace el qué". No dejemos estos aspectos al azar.
  • En caso que seamos nosotros los que facturemos y coordinemos el proyecto, nunca debemos delegar el liderazgo del mismo (las riendas). Siempre, por muy buen profesional que sea el colaborador, habrá que estar encima de lo que hace o cómo lo hace.
Colaborar no es fácil y, menos aún, encontrar colaboradores. Pero para ello tendrás que buscar, equivocarte y aprender de tus errores. Pero estamos ante un punto de "no retorno", siendo este sistema de trabajo el que impere de aquí a unos cuantos años.
Captura de pantalla 2013-07-12 a la(s) 14.45.38Ver artículo original publicado el 03/09/2013 por Miguel Ángel Serralvo en la Nueva Ruta del Empleo.