viernes, 24 de febrero de 2012

Presentación de la Escuela de Ventas de Málaga



Hoy escribo con el IPad, por lo que tal vez no se visualice de la misma forma o con el mismo tipo de letra... Cosas de la tecnología !! Y mi urgencia por escribir, pasa por comentaros el éxito obtenido tras la presentación de la Escuela de Ventas y Capacitación Comercial puesta en marcha por José Antonio Padilla González, socio de Hiagora, alma 'Mater' del proyecto y gran amigo. 



Más de unos 60 personas se han reunido hoy en Promalaga, y nos hemos quedado encantados. Y digo 'nos', porque tengo la suerte de poder participar en el primer proyecto de la Escuela, el curso de Ventas y Alta Capacitación Comercial, coordinando el módulo de Habilidades Comerciales. 

Muchas caras conocidas se han unido hoy en ésta presentación. Amigos del Club de Marketing, de Promalaga, del Colegio de Agentes Comerciales de Málaga, de ESESA, etc. En definitiva, público preocupado por cómo vender 'más y mejor' en los tiempos que corren, con las dificultades de los mercados, bancos y administraciones públicas.

José Antonio, ha sabido unirse con muy buena gente en éste proyecto (y no lo digo por mí, sino por el excelente claustro de profesores que ha diseñado). De ahí mi agradecimiento con éste post, por prestarme su confianza para montar parte de ese equipo, el grupo de 'maestros' para el desarrollo y gestión de Habilidades comerciales, un 'superequipo'. Laura Chica, Alicia Luque y Marity Manzanera; además de contar con la colaboración de Belen Ramírez y Pilar Malpartida.

Mis más sincera enhorabuena y mis mejores deseos de éxitos a la Escuela de Ventas y Capacitación Comercial de Málaga.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Los perros del hortelano


Muchos de los que me conocéis, sabéis que soy un defensor acérrimo de todo lo que tiene que ver con el desarrollo y trabajo de la marca personal, como valor diferenciador de cualquier profesional que se precie.

Y la defiendo, porque creo que “tú”, como marca, se debe trabajar independientemente de la edad, situación laboral (más aún si estás en desempleo) o el puesto que desempeñes en una organización (secretario/a, directivo/a, gerente, vendedor, empresario/a, funcionario, etc.).


Si diseñas tu marca como si fueras un producto, elaboras un plan de acción (como bien nos explica Andrés Pérez Ortega en su libro Expertología) y “lo trabajas, lo trabajas y lo trabajas”, más tarde o más temprano comenzarás a ver los resultados. Y posiblemente, será en ese instante cuando comiences a darte cuenta que te has convertido en un referente, que los demás comienzan afijarse en ti y que la gente se interesa por lo que dices o haces. Y todo es porque te has diferenciado de aquellos que no han sabido o querido trabajar su branding personal.

El trabajar tu marca, genera beneficios a nivel personal como a nivel organizacional ya que aportas valor, garantías y prestigio a la organización a la que perteneces. Por ejemplo, un Real Madrid de futbol o un F.C. Barcelona no serían lo mismo sin el valor que tienen sus “Ronaldos, Iniestas, Casillas o Messis”, independientemente del equipo en el que jueguen. Estos jugadores aportan su marca al club a cambio de contratos supermillonarios y, como contraprestación, el club obtiene numerosos ingresos y multitud de líneas de negocios, con lo que ambas partes resultan beneficiadas.

Esto que se ve muy claro en el mundo de los deportes bien sea baloncesto, futbol, fórmula 1, etc., está muy mal visto en el ámbito de las organizaciones. Que exista alguien con su propia marca, su propio ADN profesional, genera rechazo y desconfianza entre directivos, gerentes y empresarios.

Por desgracia, en muchos sitios sigue sin estar bien visto el que un trabajador/a se preocupe por su marca. Por ejemplo, se cuestionan que:
  • Se interese por estar formado o, que quieras asistir a eventos, encuentros de su sector o área profesional de “motus propio” que no sean propuestos por la organización. Con comentarios como: Para qué se va a formar. Ese seguro que lo hace para cambiar de empresa o, seguro que quiere asistir al evento para perder el tiempo y no trabajar.
  • Participe en pequeños talleres o seminarios formativos en universidades, colegios o en pequeños colectivos o reuniones de negocios. Con comentarios como: veremos a ver qué es lo que dice y si cuenta cosas de nuestra compañía. 
  • Tenga su propio blog, que genere networking a través de su cuenta de Twitter o, que exponga su perfil profesional y participe en grupos de trabajo en Linkedin. Con comentarios como: eso de las redes sociales es una pérdida de tiempo y le está dedicando tiempo personal en horario de trabajo.

¿Y por qué creéis que ocurre esto? ¿Por qué pensáis que existen estos “perros del hortelano” que ni comen(ni se preocupan por el desarrollo del trabajador/a dentro de la organización)pero que tampoco dejan comer (que el profesional aporte su propia marca y valora la organización lo que redunde en beneficios para ambos).

Pues sinceramente, no lo sé muy bien. Tal vez sea por muchos factores. Una mezcla de miedos, inseguridades, desconocimiento, preocupación, desconfianza,…pero en definitiva, por mentalidades pasadas incapaces de ver al trabajador como un colaborador, pieza clave de cualquier organización, que genera valor.

Por otro lado, también pienso que ha sido culpa del trabajador/a; de los años y años de cultura tan “adiestrada” que hemos pensado que era el trabajar por cuenta ajena; en donde nuestro papel era ir a trabajar y no hacer ruido ni generar discordancias, ya que estaba mal visto.

Algo tiene que empezar a cambiar, tanto en los trabajadores como en las propias organizaciones y, darse cuenta, que no hay mayor valor para una compañía que contar con un gran número de trabajadores con su propia marca; líderes y profesionales de referencia en el sector que ayudarán a posicionarla y generarán un incalculable beneficio si son aceptados por la misma.

viernes, 17 de febrero de 2012

Sinergias


Cada vez me estoy encontrando con más casos de emprendedores y empresarios, que establecen colaboraciones puntuales con profesionales independientes para la realización de un trabajo o servicio.

A ésta fórmula de trabajo, hace unos años, se la denominada “freelance” y, la imagen que teníamos todos era la de ese profesional, algo loco o loca, por no querer trabajar por cuenta ajena y tener una estabilidad laboral. 

Ahora la realidad es bien distinta. Las nuevas tecnologías y, sobretodo las redes sociales, han facilitado mucho la comunicación y las relaciones, no solo a nivel personal sino también a nivel laboral.

No hablo sólo de estar presente en Facebook, Twitter, Google +, LinkedIn, Xing, Viadeo etc., sino de estar presentes y hacer uso de las mismas de manera profesional. Ahora se comparten conocimientos, se intercambian experiencias, se crean grupos de trabajo, foros online, reuniones por Skype, se comparte en blogs… En definitiva, ha nacido una nueva forma de establecer relaciones laborales entre expertos donde todas las partes pueden salir beneficiadas.

Imaginaros la de ventajas y oportunidades que puede ofrecer éste tipo de colaboraciones para una PYME. Y más aún, en aquellas que son más “PY” que “ME” (como bien nos decía el pasado 14 de febrero Javier Gonzalez de Lara en el Tercer Foro de Directivos de Recursos Humanos Organizado por StandBy Consultores y la Confederación de Empresarios de Málaga), con un coste infinitamente inferior al que tendría el contratar a alguien en plantilla.

Por ejemplo, comenzáis a seguir por Twitter a un especialista en Marketing o de Recursos Humanos de la otra punta de España y que, según su perfil y los tuits que habéis leído, es una persona que os parece interesante. A continuación, encontráis que tiene un blog, leéis algunos de sus posts (conocéis un poco más su visión y encontráis inquietudes similares). Por último acabáis encontrándoos también por LinkedIN, con lo que decidís mandarle un mail con vuestras referencias de contacto y presencia en las redes. Con el tiempo, empieza también a seguiros, os intercambiáis comentarios, participar en grupos y, os dais cuenta que os podéis colaborar laboralmente entre ambos en un proyecto.

Éste proceso de selección”, cocido a fuego lento”, tiene mayor probabilidades de éxito que uno tradicional y, de partida, es mucho más natural (siempre y cuando se haya realizado con sentido común). Porque se conoce más a la persona, porque podéis ver cuál es su forma de trabajar, de aportar, de comprometerse y, porque además, se puede contrastar sus referencias y reputación tanto en la web como en las redes sociales.

En definitiva, os propongo sinergiar. Tener la mente y las puertas abiertas al crecimiento profesional y al emprendimiento. Eso sí, estando dispuesto a aportar y no solo a recibir. Casos como los de @zumodeempleo e @izaharadisen y su libro de “Películas, Buenos Consejos y cómo encontré trabajo” son un buen ejemplo del éxito de ésta filosofía. O el caso de @Laura_Chica y @AliciaLuque, con ése maravilloso proyecto de Habilidades Sociales que están creando y en el que tengo también la suerte de poder participar.

Pensadlo bien, es una oportunidad que, tal y como están las cosas, no creo que debamos dejar escapar. 

miércoles, 15 de febrero de 2012

La modestia del emprendedor


Ayer tuve la suerte de compartir con 25 emprendedores, alumnos de un curso de Creación de Empresas del IMFE (Instituto Municipal parala Formación y el Empleo de Málaga), una sesión de Diseño de un Plan Comercial. ¡Y qué buena impresión me llevé con éste grupo!

Gente muy madura, emprendedores hechos y derechos, con ideas de negocio claras y, de partida, interesantes. Con carencias, como es lógico, porque para eso estaban allí para aprender, pero con muchas ganas de absorber conocimientos y de no dejar escapar muchos de los modestos consejos o vivencias personales que les comentaba.

Una de las propuestas que les hice, fue el practicar su Elevator Pitch, a objeto de conocer qué grado de madurez comercial tenían de sus productos o servicios; si tenían claro a qué segmentos de clientes se iban a dirigir, canal de distribución; ver si eran capaces de transmitir quienes son, qué venden y cómo lo venden.

Y lo que más me sorprendió, fue el ver ese brillo de ilusión en sus ojos a la hora de exponer su proyecto; pasión en estado puro, con toque de humildad e inocencia empresarial. Modestia en una sola palabra

Fueron 5 horas de clase, que se me hicieron pocas y, cómo no, donde tanto ellos como yo aprendimos mucho los unos de los otros. Les deseo suerte a todos en su futura andadura empresarial.

Os dejo la imagen de una de las transparencias que vimos ayer en clase, referente a la competencia que espero que les dejara tanta huella como la que deja en mí cada vez que la leo.